El despacho perfecto es aquel en el que es un placer trabajar y en el que las horas de trabajo pasan sin darnos cuenta. Pero para conseguir esto debemos conocer algunos consejos y recomendaciones para crear un espacio de trabajo ideal.
Para aquellos que tengan la suerte de tener un despacho propio, es muy importante que se encuentre cómodo y que este espacio fomente su productividad. Hablamos de un lugar en el que pasamos una gran parte de nuestro tiempo, por lo que es necesario darle importancia a su aspecto.
8 puntos a tener en cuenta para tener el despacho perfecto
Es muy importante que nuestro despacho muestre nuestra personalidad y que nos permita recibir a personas de forma cómoda, sin ser un ambiente recargado o agobiante. Para evitar esto, debemos tener en cuenta algunos puntos clave a la hora de decorar y crear el despacho perfecto.
Decoración
A la hora de decorar el despacho perfecto, debemos tener en cuenta que no es nuestro hogar. Aunque sea un espacio para nosotros, no debemos recargarlo con fotos personales o cuadros. Estos elementos decorativos, pueden suponer una distracción haciendo que nuestra productividad sea más baja.
Para conseguir un espacio más natural y sano en tu despacho, puedes colocar algunas plantas en el escritorio o en las estanterías. Incorporar naturaleza a tu despacho te permite crear un espacio más relajado y más limpio; habiéndose comprobado en distinto estudios el incremento de la productividad y la creatividad en espacios de trabajo con plantas.
Debemos asegurarnos de que los elementos decorativos de nuestro despacho, son acordes al estilo de los muebles. Para crear una sensación de mayor calidez y que diferencie el espacio del despacho del resto de la oficina, podemos cubrir el espacio del despacho con moqueta o una alfombra grande.
Iluminación
Además de contar con una buena iluminación artificial, es necesario asegurarnos de que nos beneficiamos de las ventajas de la luz natural. Existen numerosos estilos de cortinas, para reorientar o adaptar la luz natural a la que deseemos tener en nuestro despacho. Desde sofisticadas cortinas de lamas horizontales, hasta cortinas con tejido screen para evitar reflejos en las pantallas.
Si tienes dudas o preguntas sobre este tema, en Cortinajes Comín contamos con una gran diversidad de cortinas para oficina. Contacta con nosotros sin ningún compromiso y te asesoraremos personalmente para que puedas tener la iluminación perfecta en tu despacho.
Uno de los consejos más útiles y más conocidos, es el de posicionar nuestro lugar de trabajo en función de si somos diestros o zurdos. Así podremos obtener la luz ideal para trabajar, sin que se produzcan sombras.
El despacho perfecto no tiene porque ser grande, pero sí que debemos asegurarnos de que contamos con la iluminación artificial adecuada. Puedes consultar las recomendaciones que fijan los parámetros de prevención de riesgos laborales, y así poder evitar problemas futuros en la vista o dolores de cabeza. Lo más común es contar con una luz central y otra de apoyo en la mesa, evitando que esta refleje en la pantalla del ordenador.
Color del despacho
Los colores afectan a nuestra mente de forma inconsciente y pueden afectar a nuestro estado de ánimo sin ni siquiera saberlo. Para tener el despacho perfecto es necesario escoger colores con los que nos sintamos cómodos y que ayuden a trabajar de forma más eficaz.
Uno de esos colores que más de moda están y con más probabilidad de que nunca te canses de estar en ese ambiente, es el blanco. Este color combina a la perfección con cualquier mobiliario y permite potenciar la luminosidad, otro de los aspectos más importantes del que ya os hemos hablado. Lo mismo ocurre con otros colores neutros y naturales, como el beige o el gris. ¡Ambas opciones son perfectas para decorar el despacho perfecto!
Los colores vivos como el azul, puede ser relajante pero a la vez potencia la creatividad y nos incita a ser más productivos. En el caso del color verde, vemos que es un color que favorece a la relajación y a la concentración. Colores llamativos como el naranja y el amarillo, fomentan la comunicación y las negociaciones. Estos también pueden ser una buena opción, aunque no debemos escoger tonos demasiado vibrantes.
Mobiliario
En cuanto a la elección de los muebles para el despacho perfecto, tenemos que tener en cuenta que es un espacio reducido y debemos sacarle el máximo partido. Es necesario pensar en la altura que va a tener la mesa y donde se coloca el ordenador, para poder evitar problemas de espalda.
También debemos prestarle atención a las sillas. La silla que vayamos a utilizar para nuestro despacho debe ser ergonómica y que favorezcan a una postura correcta. Mientras que si vamos a disponer de una zona donde recibir a otras personas, se deben considerar los sillones más elegantes de mayor tamaño y mayor confort.
En el caso de que tengamos la posibilidad de crear distintos espacios dentro de un despacho, como una zona de reuniones o de visitas, podemos hacer uso de muebles o decoración que nos permitan separar los distintos ambientes. Un ejemplo sería una diferencia en el nivel del suelo, una pequeña estantería o una alfombra grande.
Limpieza y orden
Aunque pueda parecer algo evidente, contar con un despacho limpio y ordenado transmite una imagen de profesionalidad ante los clientes y resulta más agradable a la hora de trabajar. Debes ser consciente de lo que no necesitas y deshacerte de ello, sin sobrecargar los lugares de almacenaje.
Son muchas las recomendaciones y consejos para organizar nuestro despacho. A la hora de almacenar documentos u otros materiales de oficina, estéticamente lo vertical siempre es lo mejor y no es recomendable depositar un objeto encima de otro. También es recomendable contar con archivadores o cestas de almacenaje, en las que podamos incluir etiquetas o marcadores.
Ruido
El ruido en un despacho es una de las principales causas de improductividad, ya que afecta a nuestra concentración. A la hora de crear el despacho perfecto, debemos asegurarnos de que está perfectamente aislado de ruidos de la calle o incluso insonorizarlo si es posible. Una inversión que a la larga merece la pena, para crear el mejor espacio de trabajo y de reuniones.
Temperatura
Para rendir al máximo, debemos trabajar en las mejores condiciones climatológicas posibles. La temperatura ideal de un despacho, debería estar entre los 20º y los 25º. Puede resultar igual de molesto trabajar con calor, que trabajar con frío.
Ambas situaciones extremas pueden afectar a nuestro ritmo de trabajo. La ventaja de contar con un despacho propio es que podrás adaptar la temperatura a tus necesidades sin afectar a los demás trabajadores, como por ejemplo usando pequeñas estufas o ventiladores.
Ventilación
Unido a la temperatura, podemos hablar de la ventilación en un despacho. Aunque hoy en día la regulación no permite fumar dentro de despachos u oficinas, es muy importante tener la posibilidad de ventilar del despacho con frecuencia. A pesar de ser un espacio en el que no entra un gran número de personas, trabajar con un ambiente más fresco nos permite estar más cómodos y relajados.
Ahora que ya conoces las claves para tener un despacho perfecto, os animamos a que las pongas en práctica y compruebes los beneficios que este nuevo espacio de trabajo te aporta. ¡Tú también puedes tener tu despacho ideal!