A la hora de crear o reformar un hotel, hay que tener en cuenta numerosas cuestiones de suma importancia. Por un lado, esta todo el tema contable. Si no salen los números, ¡mal vamos! Por otro lado, hay que crear un sitio cómodo y confortable, con una decoración atractiva para los huéspedes.
En este sentido, en el artículo de hoy nos vamos a centrar en la decoración de la habitación de un hotel.
A veces, parece que se necesitan muchos recursos para conseguir la habitación adecuada, pero trucos sencillos se puede hacer mucho más de lo que piensas. Por eso, os vamos a hablar de una serie de claves para que tus clientes se enamoren de la habitación en la que se hospedan.
Aspectos fundamentales de una habitación de hotel
Primero, vamos a ver una serie de requisitos básicos que debe de cumplir una habitación de hotel, pensando en el bienestar de sus huéspedes.
Amplitud del espacio
Aunque la habitación no cuente con muchos elementos, hay que pensar en que la amplitud es una de las cuestiones básicas que va a contemplar el cliente de tu hotel. Una habitación con amplios espacios de paso en torno a la cama y de acceso son sinónimo de calidad.
Luminosidad
Otra cuestión fundamental reside en la luz de la habitación. Es necesario que la habitación cuente con la luz natural, ya que da una mayor sensación de comodidad.
Limpieza
Sí, resulta una obviedad, pero no por ello deja de ser una cuestión de suma importancia en un alojamiento hotelero. Hay que ser extremadamente cuidadoso con la limpieza e higiene de las habitaciones. No hay nada que puede enfadar más a un cliente que ver suciedad en una habitación de hotel.
La decoración de una habitación, acorde con el posicionamiento del hotel
Antes de nada, cabe recordar que el estilo y las comodidades de una estancia hotelera dependen, en gran medida, del posicionamiento del hotel. Hoy en día, el cliente busca algo “concreto” en cada establecimiento hotelero. No solo se centra en la ubicación, si no en una serie de servicios o tipos de alojamientos.
Por ejemplo, no es lo mismo un hotel de una gran cadena hotelera, donde el cliente espera unos estándares de calidad mínimos y una habitación que cubran sus necesidades, sin que esté decorada de manera personal.
Sin embargo, otros clientes potenciales buscan ciertos detalles, según el viaje que vaya a hacer. No es lo mismo un hotel con encanto para ir con tu pareja que buscar una habitación en una ciudad por un viaje de negocios.
Hay que tener en cuenta cómo queremos que el cliente nos perciba para que se cumplan sus expectativas, ¡y que así repitan! Antes de planificar cómo van a ser las habitaciones, piensa bien en el posicionamiento del hotel, ¡te ahorrará posibles imprevistos!
Teniendo en cuenta todo esto, vamos a ver en las diferentes cuestiones acerca de la decoración de una habitación de hotel.
Mobiliario
En función del espacio con el que contemos y del tipo de establecimiento hotelero, tenemos multitud de opciones en el mobiliario de la habitación.
Si se trata de un hotel con muchas habitaciones, lo más lógico es apostar por mobiliario funcional y de fácil sustitución, ya sea en mesillas de noche, mesa o la cabecera de la cama. De la misma manera, hay que pensar en que no es necesario un gran número de muebles. Con lo básico, es más que suficiente, sea de menor o mayor calidad el mobiliario.
Sin embargo, si hablamos de un hotel más exclusivo y con menor número de habitaciones, debemos de intentar que el cliente se sienta “más especial”. El mobiliario juega un papel muy importante, en este aspecto. Muebles diferentes, con un toque personal, como aparadores o mesas, pueden convertir una habitación en un lugar único. Puedes pensar en otros muebles que le den ese toque más distinguido y, sobre todo, que sean de calidad.
Color de las paredes
Otro punto clave de la decoración de una habitación tiene que ver con las paredes y con una duda que siempre se plantea: su color.
Muchas veces, lo más sencillo puede ser la mejor opción. En este caso, hablamos de las paredes de color blanco. Lo mejor de esta opción reside en que se gana amplitud y luminosidad.
También podemos pensar en otros colores, que no necesariamente tienen que ser sobrios y aburridos. El violeta, el azul claro o el amarillo pueden funcionar muy bien en la habitación. También puedes incluso arriesgarte más y optar por colores a rayas, combinando el blanco con el rojo o el azul, ¡el resultado es increíble!
Si quieres llegar un poco más allá en cuanto a la personalización de las paredes, puedes pensar en otras opciones como el papel pintado. Una opción más arriesgada, puesto que el papel pintado exige de un mayor mantenimiento, ¡tú decides!
Ropa de Cama y Cortinas
Si hablamos de la decoración de una habitación, la ropa de cama ocupa un papel fundamental. Ya dando por sentado que cumpla con unos estándares de calidad mínimos, hay que pensar en cómo encajar con el mobiliario y los colores de las paredes.
Si hablamos de sábanas y fundas de almohadas, el color blanco es el más común. Es natural, puesto que facilita la limpieza, ya que se puede lavar a mayor temperatura. Sin embargo, los edredones y colchas pueden ser de diferentes colores. En este sentido, piensa en colores que combinen con el tono de las paredes, para darle armonía a la habitación.
En lo que respecta a las cortinas, los colores deben de ir a juego con la ropa de cama y su estilo, acorde con el del hotel. En este caso, nuestra apuesta va por una doble cortina, siendo la principal de color claro o blanco, con una segunda cortina de tono más oscuro. Esta elección se debe a que permite al huésped disfrutar de toda la luminosidad de la estancia, pero también preservar su intimidad, en caso de que así quiera.
En Cortinajes Comín, estamos especializados en la confección de cortinas para hoteles. Si tienes alguna duda, no dudes en consultarnos. Puedes contactar con nosotros llamándonos al teléfono fijo (976 880 278) o al móvil (696 081 709), donde también nos puedes consultar por WhatsApp y concertaremos una cita.
Iluminación de la habitación
Al igual que sucede con las cortinas, la iluminación de la habitación está destinada a crear diferentes ambientes. Para ello, hay que estudiar las luces del techo y junto a la cama, creando un sistema que le permita al huésped tener una buena iluminación y otro sistema que permita dotar a la habitación de un ambiente más íntimo o relajado.
El tipo de iluminación dependerá, en buena medida, del estilo del establecimiento hotelero. Para la zona central de la habitación, donde se determina la iluminación principal de la estancia, podemos optar por diferentes sistemas.
Para un hotel moderno, las lámparas empotradas o focos LED suelen encajar a la perfección. Mediante diferentes sistemas de luces, en el lateral de la habitación y en el centro, podremos jugar en su ambientación. Otra opción más arriesgada es la de utilizar lámparas de techo de diseño.
En el caso de una habitación de un hotel con encanto o un hotel rural, las lámparas colgantes, ya sean de tipo Tiffany o Chandelier, pueden suponer un “plus” en la estancia.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos y una buena planificación, seguro que consigues darle un toque especial a las habitaciones de tu hotel. Con ello, con seguirás que tus clientes se sientan cómodos y, sobre todo, ¡que lo recomienden!
