Muchas veces, no le prestamos la más mínima atención a aspectos que pueden cambiar totalmente el aspecto de nuestro dormitorio, como sucede muchas veces con la iluminación.

Un dormitorio puede ser una habitación de lo más versátil. Cada uno de nosotros le puede dar un uso totalmente distinto. Pues bien, dependiendo de ese uso, vamos a tener en cuenta diferentes factores decorativos y de mobiliario. En este sentido, la iluminación juega un papel muy concreto en la distribución de los muebles y, por ende, de la decoración.

Por eso, desde Cortinajes Comín os queremos dar una serie de recomendaciones sobre la iluminación de dormitorios, según el uso que le des al mismo.

Importancia de la iluminación en la decoración de un dormitorio

A veces es un tema que pasa desapercibido, pero no por ello carece de importancia. Se tiende a pensar que el dormitorio es simplemente un espacio para dormir, ¡y puede que, en tu caso, así sea! Sin embargo, a lo largo del día solemos hacer otras muchas más cosas de las que pensamos.

Podemos estar tranquilamente con el portátil, tirados en la cama o en una mesa de escritorio, nos vestimos y desvestimos, leemos antes de irnos a dormir, etc. ¡Pasamos mucho más tiempo del que creemos!

En este sentido, una buena iluminación tiene una gran importancia, tanto la iluminación natural, como la artificial. Esta debe de invitar a dar un clima de relajación, si bien es cierto que, para momentos concretos, se necesita de “un foco” donde concentrarnos.

Cómo conseguir una mejor iluminación en un dormitorio

Ahora, vamos a ver algunos consejos con los que podemos conseguir la iluminación adecuada para nuestro dormitorio.

Iluminación natural en dormitorio

En primer lugar, nos centramos en la iluminación, con luz natural, de la habitación. Se piensa frecuentemente que la luz natural simplemente depende de la orientación en la que se encuentre y una serie de factores, como por ejemplo un piso y la distancia que tiene con respecto al bloque de pisos de enfrente o es un piso alto o no.

En parte, todo esto es cierto. Por algo, una de las cuestiones más importantes que se barajan a la hora de alquilar o comprar una vivienda reside en la iluminación, pero también es verdad que podemos conseguir ampliarla o reducirla, con una serie de consejos.

Por un lado, uno de los factores clave es el color de las paredes. En este caso, la opción habitual es la más frecuente. Normalmente, queremos un espacio más luminoso, para lo cual optamos por paredes claras, muchas veces blanca, para que reflejen una mayor luz. Si el dormitorio es muy luminoso, es cuando puedes jugar más con colores más oscuros.

Otra de las claves, para conseguir una mayor iluminación, consiste en “dejar paso libre” a la luz. Es decir, que no haya muebles que puedan interrumpir el paso de la luz. De la misma manera, hay ciertos elementos decorativos que nos pueden ser de gran ayuda. Por ejemplo, un espejo, gracias a su reflejo, le da mayor amplitud y luminosidad al dormitorio.

Ahora bien, ¿qué hay que decir de las cortinas? Si el dormitorio no tiene demasiada luminosidad, lo mejor es optar por cortinas de tela fina y colores claros, incluso cortinas semitransparentes. En el caso de que sea un espacio muy luminoso, puedes jugar con una doble cortina, con tela semitransparente y opaca.

Por cierto, en Cortinajes Comín, tienes a tu disposición un amplio catálogo de cortinas para el dormitorio, ¡consúltanos!

Iluminación artificial en un dormitorio

Ahora, vamos a ver una serie de recomendaciones para la iluminación artificial de la habitación. En principio y, como ya hemos dicho, aquí depende del tiempo y actividades que realicemos en nuestro dormitorio.

Como ya hemos comentado anteriormente, lo habitual es que el dormitorio sea un espacio destinado para la relajación, por lo que la clave principal reside nen no tener una iluminación general demasiado estridente. Por ejemplo, cuatro focos en el techo, en cuadrado, puede ser más que suficiente para crear una iluminación tenue y relajante, ¿verdad?

Eso sí, ¿qué sucede si le damos otros usos? Entonces, tenemos que pensar en “focalizar” dicha luz artificial. Por ejemplo, si tenemos una mesa de escritorio y solemos trabajar o mirar papeles ahí, una lámpara sería fundamental. De la misma forma, si te gusta estar un rato leyendo, antes de irte a la cama, una lámpara en la mesilla es la mejor opción.

Como ves, siguiendo la lógica es más que fácil seguir una serie de pautas con las que conseguir un dormitorio con al iluminación adecuada, ¿no creéis?

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